Siempre nos quedará Toulouse...
Los días de espoteo en el aeropuerto de El Prat generalmente siempre te comportan sorpresas. Sorpresas tipo Tupolevs rusos, Il-96, o algún Tristar aislado. Eso son sorpresas relativas, porque cuando frecuentas el aeropuerto sabes cuándo tienes más probabilidad de encontrártelos (sábados del verano, por ejemplo). Cuando festivales del tipo Festa del Cel no te sirven para saciar tu sed de sorpresas -ya sea por el pobre programa, ya sea por el sol enfrente de tu cámara-, siempre te queda Toulouse.
La factoría de Airbus sorpresas, lo que se dice sorpresas, no te da... Sabes lo que verás, pero aunque lo hayas visto bastantes veces, nunca defrauda: El impresionante Airbus A380 (gorgeous!!) con la majestuosidad de su despegue hace que las 4 horas de camino desde Barcelona, o incluso el tener que haber dormido una noche en el coche por la incompetencia del servicio de reservas del hotel, valgan la pena.
Este viaje no defraudó. Fueron 3 los A380 que pudimos ver: el ya clásico F-WWOW, pintado con los colores de Airbus, el F-WWDD, esta vez completamente en blanco, y el F-WWEA, el nuevo avión de pruebas de la factoría con los motores EA. El Delta Delta (F-WWDD) nos deleitó, delante de nuestras narices, con un magnífico RTO (Rejected Take Off), donde pudimos ver cómo las 22? ruedas del monstruo sacaban humo intentando detener la enorme cantidad de toneladas del avión.
En Toulouse, siempre podemos ver también los Beluga, engendro aeronáutico donde los haya, que seguro no ganará ningún premio de diseño, pero que presentan un aspecto de lo más pintoresco, sobre todo cuando se posa suavemente (o no tanto) sobre la pista.
Las sorpresas vienen con los aviones que están a punto de entregar, como pudieron ser los A330 y A340 de Qatar, o el A320 de IndiGo VT-IND, que partía hacia la India en vuelo de entrega.
Afortunadamente, cuando en Barcelona nos entra el mono de las grandes fotos aeronáuticas, siempre nos queda Toulouse...